El pasado 23 de abril se disputó la maratón Rock and Roll Madrid 2023 con un recorrido muy exigente.

El recorrido transcurre a lo largo de Madrid como podéis ver en el siguiente link: Recorrido

Pros y contras de esta carrera.
Pros:
- El recorrido es una pasada, sobre todo la media maratón
- Muy buen ambiente, quizás la mejor carrera de todas
- Las camisetas son muy bonitas
Contras:
- Recorrido poco favorable para un corredor normal
- Muy cara
- Masificada



Completar la maratón del 23 de abril era el objetivo con el que había empezado a entrenar en septiembre del año pasado y la verdad es que no ha sido como yo había imaginado.

Desde diciembre del año pasado llevo arrastrando problemas en las rodillas, que unidos a otros problemas por padecer #Crohn, me han hecho muy cuesta arriba la preparación.
Tal es así que no he podido hacer ninguna tirada larga superior a 22 km sin problemas e incluso he tenido que parar en varios intentos en kms anteriores por no forzar, quizás incluso forzando.

Así pues llegué al día de la carrera sin ninguna convicción de acabar, con la idea de correr con los compañeros del club de corredores con los que entreno hasta cierto punto en el que la rodilla izquierda no me dejara continuar.

Empecé la carrera con Valerie, Dani y Jonny, esperando que fuéramos en grupillo, pero apenas al segundo km ya nos habíamos separado debido a los diferentes ritmos que llevábamos.

Lamentablemente en ese punto ya me dolía la rodilla, pero decidí aguantar.
Una vez pasado el Km 4 terminaba la subida de la Castellana y el apelotonamiento de la gente y eso se notó en los tiempos:
de 6:05, 5:53, 5:41, 5:33 bajé a 5:16, 5:12, 5:04 y 5:07

Al llegar el Km 6 estaba mi madre animándome, gritando "campeón" y haciéndome sentir vergüenza ajena, pero así son las madres, ¿no? Aún así me paré fugazmente y le di un abrazo y un beso y continué mi carrera.

Cerca del Km 7 estaba mi novia y el dolor de la rodilla había aumentado notablemente, quizás por los ritmos más altos que llevaba.
Cuando le vi a lo lejos me entraron ganas de llorar, supongo que porque la carrera no iba como a mí me hubiera gustado, es decir, sin dolores.

Parar y volverme a casa con ella era una de las opciones que había barajado antes de la carrera si la rodilla me dolía mucho.
Paré, se me escapó una lágrima junto a un "te quiero", le di un beso y continué mi camino.

Hice grandes esfuerzos por no llorar. Me concentré en seguir adelante. "Quizás se pasa (el dolor)" pensé. Qué equivocado estaba.

El recorrido seguía serpenteando por Madrid y el ánimo y buen rollo que transmitían aquellos que estaban de espectadores hizo que durante muchos Kms aguantara el dolor de mi rodilla izquierda, incluso que desapareciera. Pero esto no iba a ser así toda la carrera.

Intenté mantenerme alrededor del 5:30 el Km y más o menos fue así mientras el recorrido transcurrió por las calles centrales de Madrid.

Entrar en la Puerta del Sol fue muy emocionante y justo ahí estaba la separación entre los de la media maratón y los de la maratón.
Era otro punto en el que me había planteado parar y dejarlo, o quizás girar a la izquierda y hacer una media maratón.
Pero de nuevo impulsado por los ánimos de la gente giré a la derecha y me dispuse a seguir.

Y mantuve un buen ritmo durante 8 Kms más, aunque sufrí muchísimo en la calle Princesa y para mis maltrechas rodillas las bajadas hasta llegar a Casa de Campo fueron definitivas.

En Casa de Campo el dolor era insoportable, se me estaban cargando las caderas y los glúteos. Mi ritmo había bajado a los 6s e incluso por debajo. Mi moral estaba siendo destruida poco a poco, pues la liebre de las 4 horas justo me estaba pasando.
Me llegué a marear ligeramente y entonces decidí que era momento de parar.

Había completado el kilómetro 28 en 2:36:01, "una lástima" pensé, ya que podría haber terminado la maratón por debajo de cuatro horas (si no hubiera tenido dolores y hubiera conseguido mantener mi ritmo).

Me quedaban dos opciones, irme a casa o terminar el recorrido andando. Había estado haciendo cálculos y sabía que si había corrido hasta ese punto era factible terminar.

Andé rápido, como a mí me gusta andar, rozando los 8s y medios a veces, los 9s el resto del tiempo.

Me crucé con Rodrigo, otro compañero del club, el cuál había ido ligeramente por delante la mayor parte del camino.
Poco después, en el kilómetro 32 me pasó Valerie y me alegré mucho al verla tan entera. Estaba seguro de que ella conseguiría terminar.

Escribí a mi novia, "amor, estoy caminando, no me esperes voy a tardar".

De esta parte del recorrido no recuerdo nada bonito, sólo dolor y cuestas, muchas cuestas.

Tras dos horas caminando atravesé la línea de meta (corriendo animado por la liebre de las cuatro horas y cuarto, que también había pinchado como yo) con un tiempo total de 4:39:19.

Ahora que todo ha pasado, puedo ver todo lo que he ido haciendo mal durante mi preparación. Y todo se resume en "forzar y no parar".

Es mejor dejar de entrenar una semana, dos o quizás un mes que arrastrar una lesión meses y meses.

No creo que vuelva a intentar correr una maratón, o al menos no de momento, me siento mucho más agusto haciendo medias maratones, ya bien sea para entrenar o en carrera oficial, así que al año que viene espero poder correr la media maratón de la Rock and Roll Madrid sin dolores, sin problemas, simplemente disfrutando del recorrido y la gente.