El pasado 12 de junio se disputó la KLM Norte vs Sur con una distancia de 10 km y una altimetría que parecía en principio favorable pero que engaña.

El recorrido transcurre desde la Calle Mateo Inurria (Plaza Castilla) hasta el Paseo de Infanta Isabel, pasando por lugares tan emblemáticos de la capital como la Puerta de Alcalá, la Cibeles o la Estación de Atocha.

Pero antes de seguir, los pros y contras de esta carrera.
Pros:
- Precio reducido (12,80 €)
- Recorrido favorable para hacer buenas marcas
- Época del año en la que es difícil que llueva o haga frío
- Buen ambiente
Contras:
- Puede hacer calor intenso

Era la última carrera de la temporada y el finde anterior había sido la Vintage, por lo que éramos muy poquitos los que íbamos a esta carrera de nuestro club de corredores, en concreto tres personas cuando en la anterior habíamos sido más del doble (sin contar familiares/amigos).



Quedamos en el parque Rodriguez Sahagún para ir hasta Plaza Castilla andando y empezamos a trotar mientras subíamos por Bravo Murillo.

Al llegar allí apenas había espacio para calentar adecuadamente, me faltaron las progresiones porque literalmente no había espacio para hacerlas. Lo que sí que pude hacer fue la técnica de carrera y la movilidad.

Tras el calentamiento nos metimos en el cajón de sub 45.
Sí, por primera vez estaba siendo optimista, pero qué demonios, ¡había que intentarlo!
Así que me coloqué bien cerquita de la chica que llevaba el globo de los 45 minutos, bueno, lo intenté porque antes de empezar la carrera la gente se empezó a agolpar en torno a ella.

Comencé la carrera bastantes metros por detrás de la liebre e intenté mantener las distancias. El objetivo era que no se me fuera.

Juro que en casa estuve mirando la altimetría y que hasta el kilómetro 5 todo era una tenue pero constante bajada, sin embargo fue comenzar la carrera, girar a la derecha y encontrarme el primer repecho. ¿Un repecho? ¿Ya?
Pues sí y no iba a ser el último de esos 5 primeros kilómetros, todo el recorrido estaba plagado de repechos acompañados de bajadas.

En el primer repechó noté que me dolían las piernas del entrenamiento del miércoles anterior, una dura sesión de subidas y bajadas en mitad de la Dehesa de la Villa repartida en 2x500m + 1km y esto 3 veces excepto el último kilómetro (gracias mister xD).
Además el Crohn para esta carrera tampoco se había portado bien y me encontraba muy regulero antes de empezar la misma, hasta el punto de plantearme pasar a uno de esos horrendos baños portátiles...

Aún así, aguanté el tirón inicial y mantuve la distancia con la liebre, completando los dos primeros kilómetros en 4:20 y 4:18.
Había empezado genial, demasiado bien, la diferencia es que esta vez no estaba gastando fuerzas adelantando a gente.
Era el ritmo del pelotón lo que me incitaba a ir a ese ritmo y no perder metros con la liebre.

Sufrí en muchos repechos y recuperé fuerzas en muchas bajadas.

De nuevo la hidratación fue un problema, en el kilómetro tres ya sentía la necesidad de beber agua, pero gracias a dios en esta carrera sí que pude hidratarme en el kilómetro cinco.

Sabía que había un par de repechos duros que sí que aparecían en la altimetría y en esos sí que los pasé fatal, sobre todo en el último, el que estaba en la Puerta de Alcalá.

Aún así, apreté los dientes, aumenté la cadencia y disminuí la zancada.
El final estaba cerca y había perdido de vista a la liebre, por lo que el bajar de 45 minutos iba a estar difícil.

Un último sprint con todas las fuerzas que me quedaban y tiempo oficial de 45:16, mientras que mi reloj marcaba 29 segundos menos (44:47).

Muy contento con el resultado porque esta carrera la he sufrido y eso es lo que me gusta, sentir que no te ponen las cosas fáciles.

Sin lugar a dudas el año que viene volveré a correrla e intentar bajar de los 45 minutos tiempo oficial.